sábado, 13 de febrero de 2016

La realidad de Colombia

UNA REALIDAD QUE NO PODEMOS DESCONOCER

Quizás cuando escuchas hablar de Colombia se te viene a la mente “café, Shakira, Gabriel García Márquez o cocaína, Pablo Escobar, Álvaro Uribe...” etc, todo lo anterior es válido, pues es bueno reconocer que no somos el país más ejemplar del mundo, ni tampoco el mejor, políticamente hablando. Existen grandes falencias que evidencian la desigualdad y la pobreza en la que se ve afectada la población, sobre todo las personas que habitan las zonas rurales del país. Pues es allí, en donde se evidencia el conflicto armado, el desplazamiento forzado, y la falta de protección por parte de Estado Colombiano. Considero que el principal problema que existe es la desigualdad de clases, de oportunidades y de ingresos económicos. En Colombia se estableció que el salario mínimo para el año 2016 será de $689.455 pesos, que al año significan unos 8´273.460 pesos, lo cual para mí es un insulto para un empleado, y para la clase obrera en general, cuando un congresista se está ganando mensualmente $26´749.000 pesos, cantidad que un obrero podría ganar sólo si se gana la lotería, porque como lo mencioné anteriormente, ni siquiera con un año de trabajo, podría llegar a ganar tal cantidad. Eso sin mencionar los gastos que genera el sustento de una familia, la alimentación diaria, el pago de impuestos y el transporte (el cual es uno de los más caros del mundo).En pocas palabras los ricos quieren tener el gobierno, para robar a los pobres.
Por otra parte es un escándalo que un niño muera por desnutrición, que un niño muera de hambre, la responsable de la muerte de los niños wayús es la omisión del Estado, así se ha evidenciado en los últimos meses, en donde se ha informado la problemática de pobreza extrema que hay en la Guajira-Colombia. Y no solo en la Guajira, sino también 37 niños han muerto en el último año después de tomar agua contaminada con mercurio del río Atrato, en el departamento de Chocó.
Estas son unas de las tantas falencias que hay en este estado de derecha, por lo cual un arco sin arquero y un jugador en el punto penal, es la descripción gráfica de la oportunidad que tenemos como izquierda hoy en el país ante la indignación generalizada de la sociedad. Debemos traducir la puntería y la técnica que necesitamos para anotar el gol de la dignidad, en unidad, acción y movilización coordinada, desde la izquierda diversa y amplia, este pueblo es ateo y no cree en santos, la lucha está en cada uno de nosotros, nuestra participación política y activa es la clave de la erradicación de estas problemáticas.

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