Una de vodka por mi colega Yeltsin.

Bueno chavales, que se me acaba de aparecer Boris Yeltsin en directo desde el infierno y por lo visto quiere que escriba sobre su gloriosa etapa (eso es lo que entendí, pero entre que su castellano no es muy bueno y el vodka que llevaba en el cuerpo, a saber...).
Pues bien, vayamos a hablar de aquellos bonitos tiempos que fueron los 80' (venga, los lectores un poco más mayores ya os estáis viendo empezando con los petas). Pues bien, en Europa del Este (los rojos de los cojones) en aquellos tiempos había allí liada una del copón (pa que os hagáis idea como si Messi fichara por el Madrid). Llegaba al poder en el PCUS un tal Mijail Gorbachov (buen chaval y eso) que iba a crear el socialismo de rostro humano (jajaja, socialismo dice, que cachondo el Gorbi...) y planteó esa gran reforma del socialismo: la perestroika (Lenin se revuelve en su tumba cada vez que alguien pronuncia esa palabra) que planteaba una moderada liberalización del mercado (una forma de socialismo que ya aparecía en sueños humedos de Carrillo). Pues bien ya saben, una cosa lleva a la otra (como las copas con colegas que acabas en un tren a 100 km. de casa) y terminas en este caso, después de todo con Yeltsin puesto de vodka celebrando la caída de la URSS y del muro (Party Hard with Thatcher and Reagan, nigga).
Con la caída del muro y de la URSS entró en el Este la prosperidad (sino que se lo digan al que era un profesor titulado y ahora está de emprendedor vendiendo clinex en el metro de Moscú), del bienestar (si el nivel de los rusos, rumanos y demás ciudadanos del Este bajó fue porque no se esforzaban y el socialismo los acostumbró a ser unos vagos), la libertad empresarial (entendiendo por libertad trabajar 12 horas por una mierda), la democracia (ahora pueden votar partidos a los que no les importan una mierda o si no disfrutan de la democracia europea marcándose un Maidan Style).
Pues bueno, yo voy a decir una cosa, yo también hubiera querido que cayese el muro, ¿pero saben para que? para que no fuera solo el bloque del Este sino Europa entera y el mundo fuera socialista. Sí, llámenme raro, pero un sistema de democracia popular, con una economía al servicio de los trabajadores, con una cultura al alcance del pueblo, con sanidad y educación gratuitas me parece un buen modelo. Obviamente la construcción del socialismo, como toda construcción humana tuvo sus errores y sus fallos, pero lo que no tolero es que el sistema más asesino de la historia, el sistema que parió los genocidios nazis
se permitan criticar estas construcciones. Y tiemblen, tiemblen porque se cargaron la URSS y el muro, pero mientras haya un solo oprimido en el mundo, el comunismo no habrá caído, y llegará un día en el que esos oprimidos mandarán vuestro genocida sistema al basurero de la historia.