viernes, 16 de enero de 2015

Los logros sociales y económicos de Nicaragua desde la Revolución Sandinista

Ya han pasado 25 años desde el fin del levantamiento del pueblo nicaragüense contra el régimen de los Somoza y que derrocó de su status a Anastasio Somoza, dictador del país centroamericano que financiaba sus campañas contrarrevolucionarias con la ayuda del ejército de los Estados Unidos de América. Este levantamiento fue posible gracias a la colaboración entre socialistas, comunistas y anarquistas que se agruparon, mayormente, en el Frente Sandinista de Liberación Nacional, fundado en la clandestinidad por Silvio Mayorga, Santos López y Tomás Borge, entre otros. La victoria de este Frente de mayoría marxista-leninista y anarquista no hubiese sido posible sin la ayuda de otros países de similar carácter político, como Cuba o Bulgaria, aunque también prestó ayuda Suecia, que en aquellos años tuvo un órgano político de corte socialista democrático entre los que estuvo al frente Olof Palmë (destacado político sueco).

25 años de lucha popular obrera con el único propósito de levantar un país devastado por la "contra", milicias respaldadas por la OTAN cuyo objetivo era perpetuar a los Somoza en el poder. ¿Cuáles han sido los avances sociales y económicos de Nicaragua hasta la fecha? Aunque no ha sido una tarea en absoluto fácil, el Banco Mundial para Centroamérica le reconoció al país una excelente mejoría en materia social al haber disminuido la pobreza progresivamente año tras año y con un ritmo acelerado. Además, se ha reducido un 18% el índice de pobreza y un 41% el de malnutrición (antes de la llegada del gobierno socialista las cifras eran de 70% y 54%, respectivamente). 


Cabe destacar la notable presencia de las mujeres en la Revolución. También hay que señalar el hecho de que muchos soldados que, al principio, participaron en las contras luego se cambiaron al bando socialista. Es loable el progreso del gobierno en materia económica que ha beneficiado tantos personajes de ambos géneros. La brecha salarial entre hombres y mujeres ha desaparecido. Nicaragua puede presumir de ser unos de los pocos países en los que esta diferencia de salarios ha desaparecido, prácticamente. Todavía queda mucho por hacer en este asunto porque es bien cierto que la mujer sigue ejerciendo, en alguna medida, el rol de "ama de casa" pero los datos del gobierno reflejan que cada año hay más presencia femenina en las universidades que, dicho sea de paso, es totalmente gratuita y no hay necesidad de pagar por matrícula, aunque también hay universidades privadas. Desde que el ejecutivo aprobase en 1993 la educación primaria (desde los 6 años hasta los 12) como obligatoria, el analfabetismo ha bajado su índice hasta el 12%, en comparación del 76% que había anterior a 1990. El ejecutivo sigue trabajando en estrategias educativas pues el abandono escolar continúa siendo un tema punzante y que hay que tratar con más efectividad. La sanidad, así como la mayoría de fármacos, es/son gratuita/gratuitos.


Hay que tener en cuenta que después de 1990, Nicaragua era un país en el que la industria quedó totalmente devastada por la guerra. Aún así, se está desarrollando un tejido económico basado en la sostenibilidad ecológica y la efectividad del producto. El país firmó con otros países de Centroamérica y Latinoamérica acuerdos de exportación que han conllevado mejoras sustanciales en la economía. El 55% de las exportaciones corresponde a textiles y vestuario aunque después del descubrimiento de petroleo en sus aguas, un acuerdo alcanzado con Venezuela (en colaboración con la alianza Petrocaribe) está reportando una cuantiosa cantidad de dinero que se ve reinvertida en la industria y en el sector servicios, educación, sanidad e investigación. Las condiciones de empleo han mejorado enormemente y la eficacia laboral se ha visto reforzada como consecuencia de lo primero.


Nicaragua tiene una ardua tarea por delante: levantar un país que hace nada fue destruido por el imperialismo. Los cimientos están construidos, ahora sólo toca trabajar y crear una estructura sólida. Una vez más, la Historia ha demostrado que el Socialismo puede funcionar si hay una masa social que le respalde y que trabaje por él y por el bien colectivo de la sociedad. La población sigue dando su apoyo a los revolucionarios, pues el Frente Sandinista ha sido el partido más votado desde 1990 y, aunque han sufrido varios intentos de boicot por parte de fuerzas externas, el gobierno ha sabido reponerse y continuar trabajando por y para la República Popular. Se ha intentado demonizar al país desde su levantamiento por parte de los medios de comunicación. Como dijo un cierto guerrillero comunista al que todos conocemos: "la Historia es nuestra y la hacen los Pueblos".

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